abril 25, 2024

Alec Baldwin: cuáles son los protocolos para el uso de armas en rodajes de cine para evitar tragedias

Las películas de acción se encuentran entre las más taquilleras del mundo. Estas incluyen espectaculares escenas de combates y tiroteos, que implican el uso de explosivos, armas de fuego y otros dispositivos peligrosos.

La filmación de estas escenas convierten al set de una película en un lugar de alto riesgo para la vida y el bienestar de los actores, el cuerpo técnico o cualquier otra persona presente durante el rodaje si no se siguen estrictos protocolos.

El fatal incidente ocurrido en el set de la película «Rust», producida y protagonizada por Alec Baldwin, en el que la directora de fotografía Halyna Hutchins murió y el director Joel Souza resultó gravemente herido por los impactos de un arma de utilería, demuestra la peligrosidad inherente de dichas escenas.

Aunque no se tienen todos los detalles de las circunstancias en las que Baldwin disparó el arma de utilería, la industria cinematográfica está regida por unas estrictas normas de seguridad y salud ocupacional cuando se trata del uso de todo tipo de armas y explosivos.

Guías de salud y seguridad

En Reino Unido el Ejecutivo de Salud y Seguridad (HSE, por sus siglas en inglés) y el Comité Conjunto de Asesoría para el Entretenimiento (JACE, por sus siglas en inglés) han emitido un documento sobre el manejo de armas en la industria del cine y televisión, que tiene su equivalente para las producciones en Estados Unidos, aunque puede variar.

Entre sus guías se recomienda limitar el número de personas que entran en contacto con las armas, tener suficiente tiempo para explicar su uso al elenco, hacer una revisión completa del arma, usar técnicas de filmación que permitan minimizar los riesgos, ofrecer protección física al equipo técnico y a los actores, y tener una persona experta designada para todo lo anterior que se encargue del arma.

En los rodajes en Reino Unido, esa persona se conoce como el armero.

Simon Atherton es uno de los armeros más solicitados en la industria. Desde los 16 años está involucrado en la fabricación de armas tanto cortopunzantes como de fuego, y con su compañía Zorg ha trabajado en numerosas producciones de gran presupuesto.

Simon Atherton ha trabajado como armero en algunas de las películas más espectaculares.

«Lo primero que hago antes de que se vaya a utilizar un arma es examinarla visualmente para que esté descargada, tanto el cargador como el cilindro -si se trata de un revolver- y el cañón, ver que no tenga nada, ni una piedrita ni barro», le explicó Atherton a BBC Mundo.

«Hago esa demostración frente a los actores, antes de cargarla con una salva. Si el arma va a estar apuntada hacia la cámara, también se la muestro y me aseguro de que estén bien protegidos».

Además, hay instrucciones que se le pueden dar al actor para que no apunte directamente a una persona cuando vaya a disparar. El ángulo de la cámara puede compensar para que parezca que lo está haciendo.

Las balas de salva no son inofensivas

Las salvas son un cartucho con pólvora en los que la bala de plomo ha sido reemplazada por un tapón. Ese tapón puede ser una pequeña tapa de metal o un bloque de papel o cartón comprimido.

La idea es que al disparar, se produzca el estallido sonoro y se despida el humo y la llama que normalmente se ven con municiones reales, pero sin el proyectil.

Aun sin ese proyectil, las salvas sí pueden hacer daño, tanto por la presión de aire que expulsan como por el material que despiden.

«Hago pruebas disparando salvas contra un pedazo de papel a 12 pies (unos 3 metros) y luego a 6 pies, para cerciorarme de qué tan seguras son», dijo Atherton.

Es importante tener suficiente tiempo para entrenar a los actores. Muchas veces la producción no permite más de 20 minutos, pero él insiste en tener dos semanas de capacitación.

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