El ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Abrego, realizó una visita a la zona de Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, y alertó sobre el alto número de fallecidos entre los migrantes irregulares que intentan cruzar la selva panameña.
Según datos oficiales, este año al menos 45 personas han perdido la vida en su intento por llegar a Estados Unidos a través de Darién. El ministro atribuyó estas muertes a las condiciones extremas de la selva, la falta de preparación física de los migrantes y la explotación por parte de los grupos criminales que controlan el tráfico de personas en la zona.
«La selva del Darién es una trampa mortal», afirmó Abrego. «Las personas que se aventuran a cruzarla sin la preparación adecuada están expuestas a múltiples peligros, como deshidratación, agotamiento y ataques de animales salvajes».
Abrego también destacó el impacto ambiental de la migración irregular en la región, señalando la gran cantidad de basura y desechos que los migrantes dejan a su paso por la selva.
En un esfuerzo por frenar este flujo migratorio irregular, Panamá ha firmado un acuerdo con Estados Unidos para fortalecer la cooperación en materia de seguridad fronteriza y facilitar la repatriación voluntaria de los migrantes. Sin embargo, el ministro reconoció que el problema es complejo y requiere una solución integral que involucre a varios países de la región.
