marzo 28, 2024

De Groenlandia a la Amazonía: la cadena de interacciones de la que puede depender el futuro del planeta

Groenlandia se encuentra a más de 8.000 kilómetros de la Amazonía y a más de 18.000 de la Antártida.

Pero los cambios climáticos en estas regiones podrían estar profundamente interconectados.

Los científicos ya han advertido que el calentamiento global puede disparar los que se denominan los puntos de no retorno o tipping points, puntos críticos a partir de los cuales los cambios en un sistema pueden ser abruptos e irreversibles.

Un nuevo estudio indica que estos puntos de no retorno en el sistema terrestre también pueden desestabilizarse entre ellos, llevando potencialmente a una cascada o dominó de efectos climáticos.

Los autores del estudio, del Instituto Potsdam de Investigaciones sobre Impactos Climáticos en Alemania, simularon más de tres millones de posibles escenarios a distintas temperaturas.

Y encontraron no solo que un tercio de las simulaciones muestra cascadas de puntos de no retorno. Estos efectos dominó se producen además con un aumento de temperatura de solo 2 grados respecto a la era preindustrial.

Las proyecciones actuales indican que si no se toman acciones urgentes, el planeta se encamina hacia un aumento de temperatura superior a 3 C para fin de siglo.

Acciones desestabilizadoras

El estudio del Instituto Potsdam considera cuatro posibles puntos de no retorno y sus interacciones, con efectos que pueden ser desestabilizadores de otro sistema, estabilizadores, o aún no comprendidos.

«El número y fortaleza de las interacciones desestabilizadoras es más alto que el de los vínculos estabilizadores, de acuerdo a los datos usados en el estudio», le explicó a BBC Mundo Nico Wunderling, uno de sus autores.

El científico señaló que el modelo computarizado es «relativamente simple», ya que considera solo cuatro puntos críticos, pero esto permitió realizar millones de simulaciones.

Los cuatro tipping points estudiados son: el derretimiento del hielo en Groenlandia, los cambios en las corrientes del Atlántico, las modificaciones en la Amazonía y el derretimiento del hielo en Antártida Occidental.

Antes de explorar sus posibles interacciones, veamos por separado qué dice la ciencia sobre cada uno de estos posibles puntos de no retorno.

Los cuatro tipping points considerados

1Derretimiento del hielo en Groenlandia

«Actualmente hay evidencia en base a observaciones de que la masa de hielo de Groenlandia se está encogiendo a un ritmo acelerado debido a una combinación del derretimiento neto en la superficie y el desprendimiento acelerado de icebergs (King et al. 2020; Shepherd et al. 2020)», le explicó a BBC Mundo Tim Lenton, profesor de cambio climático y sistemas globales de la Universidad de Exeter en Inglaterra.

Lenton también destacó un estudio de este año (Boers and Rypdal 2021), según el cual parte del hielo en Groenlandia está mostrando «señales tempranas consistentes con un acercamiento a un punto de no retorno» por el siguiente proceso de retroalimentación: el derretimiento reduce la altura de la masa de hielo, exponiéndola al aire más cálido en altitudes más bajas, lo que a su vez causa mayor pérdida de hielo.

2Derretimiento del hielo en Antártida Occidental

«También hay evidencia observacional consistente con el hecho de que parte de la plataforma de hielo de Antártida Occidental —el glaciar Isla Pine y el glaciar Thwaites en el sector del Mar de Amundsen— pueden haber pasado potencialmente un punto de no retorno en cuanto a la retirada irreversible de la línea de apoyo (la línea o franja donde una masa de hielo al introducirse al mar se separa de la roca y flota en el océano)».

«Los modelos indican una retirada irreversible con los niveles actuales de calentamiento en el océano y sugieren que perder esta parte del hielo en Antártida Occidental puede desestabilizar gran parte del resto».

3AMOC, el sistema de corrientes del Atlántico

Un elemento clave del sistema terrestre que puede interconectar cambios a miles de km de distancia es el AMOC (Atlantic meridional overturning circulation) o Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico, más comúnmente denominada en español corriente termohalina del Atlántico.

«El AMOC es un sistema de corrientes en el océano Atlántico que transporta aguas cálidas hacia el norte y aguas frías hacia el sur«, le señaló a BBC Mundo la oceanógrafa física mexicana Alejandra Sánchez-Franks.

La científica trabaja en el programa RAPID AMOC del Centro Nacional de Oceanografía de Reino Unido, que monitorea este sistema de corrientes.

«En general, la corriente fluye en la superficie, que tiene aproximadamente 1000 metros de grosor, y va desplazando esas aguas cálidas y superficiales hacia el norte donde se convierten en aguas frías y profundas que son posteriormente desplazadas de regreso hacia el sur».

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