septiembre 7, 2024

Educación agropecuaria: proyecto de vida para jóvenes coclesanos

Con una matrícula de 234 estudiantes en premedia y 384 de media, el Centro Educativo José de los Reyes Vásquez, ubicado en Caimito, un pequeño pueblo en el distrito de Penonomé, ofrece una formación académica para el emprendimiento en las áreas pecuaria, forestal y agrícola.

La docente y técnica del centro escolar, Xiomaralix Lorenzo, explicó que en el área pecuaria tienen disponibles animales para que los estudiantes aprendan sobre vacas, cabras, ovejas, cerdos, conejos y aves como patos, codornices, pollos de engorde y gallinas ponedoras y sus utilidades para el consumo humano.

Lorenzo dijo que el centro de enseñanza, con una localización privilegiada en las faldas del cerro Llorón, también motiva a los estudiantes a cultivar, como parte de su pénsum académico, rubros agrícolas como: zapallo, yuca, camote, plátano, entre otros, que son utilizados en el comedor y les ofrecen los nutrientes necesarios para una adecuada alimentación. Así como promover la creación de huertos urbanos.

El área forestal juega un papel interesante en este CEBG, el cuido y preservación de la naturaleza es imponente y la escuela posee, dentro de los predios, varias especies de árboles para que los estudiantes conozcan la diversidad de la flora y fauna que hay en los bosques panameños.

Hay diversos proyectos, atractivos para el aprendizaje de los estudiantes y un gran cuerpo docente que, día tras día, les transmite los conocimientos y motivación, para que los jóvenes incursionen en las ciencias agropecuarias.

Los insumos se adquieren con fondos del Ministerio de Educación, que otorga oportunamente los desembolsos a estos colegios para que puedan comprar la materia prima necesaria para mantener los rubros agrícolas, pecuarios y forestales.

El trabajo en equipo, entre docentes y estudiantes, busca crear un ambiente saludable y sostenible en el aprendizaje de cientos de jóvenes que acuden al CE José de los Reyes Vásquez y que experimentan en el campo de la producción de los alimentos y, para ello, se hacen jornadas educativas con los alumnos, especialmente del nivel medio, en los salones reciben la parte teórica y en el campo ejecutan la práctica de lo aprendido.

La estudiante de duodécimo grado, Sayherik Tuñón, afirmó que su vida profesional la visualiza en una ingeniería de manejo de cuencas y ambiente y, en su último año escolar, puede expresar que le gusta lo que aprende y hace en el Bachillerato Agropecuario.

“Quiero aplicar lo aprendido en mi vida y quiero tener una finca con varios proyectos, porque es bueno lo que tiene que ver con la agronomía y la agricultura, es un mundo fascinante y lo puedo aplicar para vivir», puntualizó Tuñón.

Por su parte, Eliézer Núñez, estudiante de undécimo grado, expresó que la porcicultura le gusta y el colegio tiene 40 puercos de una sola línea. “Hay unos [puerquitos] que nacieron hace poco menos de un mes y estamos aplicando vitaminas y desparasitantes a esas crías”, detalló.

En el proyecto, las cerdas en gestación, pueden tener de 12 a 16 cochinitos, en la escuela les enseñan todo el proceso desde la concepción hasta el sacrificio del animal. Según el estudiante, se aprende a descolmillar, castrar, derrabar y hasta matar.

Núñez aseguró que en la escuela los animales se crían para aprender, para consumir e, incluso, para aportar a otras escuelas que los necesitan.

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