abril 25, 2024

«Fui un idiota»: el británico que perdió US$250.000 víctima de una boda falsa en Ucrania

Un hombre británico, que trabajaba en una organización benéfica, se comprometió con una joven ucraniana. Pensó que estaba a punto de construir una nueva vida en Odesa, pero estaba equivocado.

El auto de James se detuvo en Villa Otrada. El hombre de 52 años había estado esperando este momento durante meses.

Estaba emocionado de ver a su prometida, Irina, esperándolo afuera del restaurante en la costa del Mar Negro de Ucrania.

Ella, 20 años más joven que él, lucía glamorosa con su cabello rubio recién salida de la peluquería.

No muy lejos estaban los que James pensó que eran los padres de Irina y 60 invitados, también vestidos de punta en blanco.

James salió del coche y la multitud que esperaba comenzó a aplaudir.

Era julio de 2017, el comienzo de un verano caluroso en Odesa y las mesas estaban puestas en la terraza de Villa Otrada con vista al mar.

Momentos después, James e Irina dijeron sus votos matrimoniales bajo una arcada de flores.

Pero lo que debería haber sido el momento perfecto estaba lejos de serlo.

A medianoche, James estaba solo en el hospital, enfermo tras consumir una bebida sospechosa. Estaba casado, pero no con la mujer que amaba.

Esta es una historia sobre cómo un británico perdió la mayor parte de los ahorros de su vida, así como su dignidad. Y cómo el sistema de justicia de Ucrania se rio en su cara.

James no es su verdadero nombre.

Tal es su vergüenza que en Reino Unido no le contó a nadie su historia, ni siquiera a su familia.

La BBC verificó su relato utilizando documentos bancarios, registros oficiales, mensajes de texto y entrevistas con muchos de los involucrados.

¿Sherlock Holmes?

Un cartel que muestra la silueta de un hombre con un sombrero y una pipa sobresale de una puerta en la calle Lanzheronivs’ka en el centro de Odesa.

Si sigues la flecha amarilla y negra a de la entrada y atraviesas un patio, llegarás a la oficina de Robert Papinyan, investigador privado.

El expolicía está bien vestido, con el pelo teñido de negro y todo tiene una marca distintiva.

Hay un bloc de notas de Sherlock Holmes, tarjetas de negocios de Sherlock Holmes y el tono de llamada del teléfono es el tema musical de la versión televisiva soviética de Sherlock Holmes (que muchos en el mundo exsoviético sostienen que es el mejor).

Pero los métodos que Papinyan utiliza tienen poca relación con los de su héroe de ficción en la calle londinense de Baker Street.

«No trabajamos con la policía, usamos métodos psicológicos», dice entre risas.

«Si este dinero fue tomado ilegalmente, tenemos que usar formas ilegales de recuperarlo», afirma.

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