abril 25, 2024

«La caída del dólar recién está comenzando»: el impacto de la pandemia en la moneda más fuerte del mundo (y cómo afecta a América Latina)

Tomado BBC

Uno de los efectos de la recesión económica causada por la pandemia de covid-19 es que el mundo fue inundado por dólares.

La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) -cuya misión es controlar la política monetaria del país como lo hacen todos los bancos centrales- redujo drásticamente la tasa de interés hasta dejarla casi en 0%.

Y como la tasa de interés equivale al costo del dinero de un país, mientras más baja, menos vale su divisa.

En paralelo, la FED le dio rienda suelta a la impresión de billetes para comprar bonos (tanto en el sector privado como en el sector público), con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis.

Esa inyección de dinero permitió financiar el aumento del gasto fiscal y le dio oxígeno a los mercados.

Pero al mismo tiempo ayudó a empujar la baja del valor del dólar frente a las principales monedas del mundo en los últimos 10 meses.

Esto se puede observar en uno de los índices que sigue la evolución de la divisa, el Bloomberg Dollar Index (BBDXY), el cual llegó a un máximo de casi 1.300 puntos el 23 de marzo.

Y de ahí en adelante comenzó una caída que no ha dado tregua hasta ahora, como lo muestra el gráfico.

Se trata de una caída superior al 12% en los últimos 10 meses (un porcentaje que puede variar levemente según el índice que se utilice para seguir la evolución de la divisa).

Actualmente está en su nivel más bajo desde comienzos de 2018 y muchos expertos coinciden en que la moneda seguirá depreciándose.

«El dólar seguirá cayendo»

«El desplome del dólar recién comienza», le dice a BBC Mundo Stephen Roach, profesor de la Universidad de Yale y expresidente del banco de inversión Morgan Stanley en Asia.

El académico predice que la divisa podría caer más de 35% hacia fines de este año basándose en tres grandes razones.

La primera es que hay un fuerte aumento del déficit de cuenta corriente de EE.UU., es decir, que el país paga más al exterior por el intercambio de mercancías, servicios y transferencias de lo que recibe.

Su proyección es que ese déficit seguirá impulsando una baja de la divisa.

La segunda razón es el alza del euro, luego de que los gobiernos de Alemania y Francia acordaran un paquete de estímulo fiscal, además de la emisión de bonos.

Y la tercera, es que Roach predice que la Reserva Federal haría muy poco para evitar el descenso del dólar.

Con Estados Unidos cada vez más dependiente del capital extranjero para compensar su creciente déficit de ahorro interno, explica, y con las políticas que ha adoptado la FED que crean un exceso masivo de billetes, «el caso por un fuerte debilitamiento del dólar parece más convincente que nunca«, argumenta.

En relación a los efectos que un dólar depreciado tiene en los mercados emergentes (como podrían ser Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú o Chile en Latinoamérica), el experto plantea que pueden venir alzas en algunas de las bolsas de esos países.

En la medida que la Reserva Federal no suba las tasas de interés, que es lo que Roach supone va a ocurrir, «la debilidad del dólar debería provocar aumentos en los mercados bursátiles extranjeros en general y en las acciones de los mercados emergentes en particular», explica.

«No hay que exagerarlo»

Sin embargo, otros economistas argumentan que si bien la divisa estará un poco débil este año, en nigún caso hay que esperar un desplome.

«No hay que exagerar la caída del dólar», escribió a comienzos de enero Mark Sobel, presidente para EE.UU. del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF por sus siglas en inglés), en la web del centro de estudios.

Su postura es que hay en el ambiente una perspectiva «muy deprimente» para el dólar.

«Es posible que el dólar caiga este año, pero una narrativa demasiado negativa no se justifica», apunta Sobel.

Uno de sus argumentos es que el dólar ya ha caído bastante (13% en 2020 desde su máximo en marzo).

Otro, es que en medio de la incertidumbre global, no es tan seguro que los inversores prefieran correr riesgos y apostar por otras monedas que no sean el dólar.

En paralelo, el economista también considera que pueden haber condiciones monetarias relativamente más favorables en EE. UU. y que el actual ciclo de un dólar fuerte, simplemente está llegando a su fin.

Efectos en América Latina

En la región la baja del dólar llegó con rezago en comparación con otras partes del mundo.

Una de las razones que explican esa demora en su descenso frente a las monedas de las economía latinoamericanas, es que éstas son más riesgosas, como explica Diego Mora, ejecutivo senior de la consultora XTB.

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