La maloclusión, una desalineación de los dientes, podría ser la razón. Esta condición, más común de lo que crees, puede generar problemas que van más allá de la estética, afectando la salud y el bienestar de los más pequeños.
La Dra. Sandra Rodríguez de Cerrud, jefa del Departamento Nacional de Odontología de la Caja de Seguro Social (CSS), explica que la maloclusión puede ser causada por factores hereditarios, hábitos como chuparse el dedo o morderse las uñas, problemas de crecimiento, traumatismos y hasta trastornos respiratorios.
¿Cuáles son las consecuencias de la maloclusión?
- Problemas funcionales: Dificultad para masticar, hablar correctamente y respirar por la nariz.
- Dolor: Dolores de cabeza, cuello y espalda.
- Problemas estéticos: Dientes desalineados, que pueden afectar la autoestima del niño.
- Afecciones en la articulación temporomandibular: Causando chasquidos o dolor al abrir la boca.
¿Cómo prevenir la maloclusión?
La buena noticia es que la maloclusión se puede prevenir y tratar. La Dra. Rodríguez de Cerrud enfatiza la importancia de las visitas regulares al odontólogo desde temprana edad. Además, recomienda:
- Buenos hábitos de higiene bucal: Cepillado frecuente y uso de hilo dental.
- Evitar malos hábitos: Chuparse el dedo, morderse las uñas, respirar por la boca.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada fortalece los dientes y huesos.
- Tratamiento temprano: Si se detecta algún problema, es importante acudir al especialista.
La Caja de Seguro Social cuenta con el Programa de Bebé Clínica, donde se ofrecen controles odontológicos gratuitos a niños menores de 6 años. Este programa busca prevenir y detectar a tiempo cualquier problema bucal, incluyendo la maloclusión.
La salud bucal de tus hijos es fundamental para su desarrollo integral.
