No obstante, como todo medicamento biológico, las vacunas no están exentas de manifestaciones de reacciones adversas después de su aplicación. Es por ello que las sospechas de reacciones adversas deben ser reportadas a los sistemas de farmacovigilancia de la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas del Minsa. La Ley 1 de 2001 que regula la materia de medicamentos en su artículo 60 señala que los fabricantes, los proveedores de medicamentos y todo el personal médico, científico y técnico están obligados a reportar de inmediato a la autoridad de Salud sus sospechas de reacciones adversas a medicamentos. Según explica la Dirección Nacional de Farmacia y Drogas las sospechas de reacciones adversas a medicamentos referentes a las vacunas son conocidas como Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación o Inmunización (ESAVI). En Panamá los ESAVI mayormente reportados en persona vacunadas son: cefalea, fiebre, mareo, astenia, erupción, reacción local, dolor en la zona de vacunación, reacción alérgica a una vacuna, escalofríos, mialgia. En el Centro Nacional de Farmacovigilancia ha recibido cinco (5) reportes con desenlace fatal posterior a la administración de la vacuna, no obstante, la revisión de los patrones de notificación y los informes individuales sugieren que las muertes no son atribuibles a la vacuna. Mascarillas, barrera eficaz contra COVID-19 La mascarilla ha demostrado ser una barrera eficaz contra la transmisión del virus SARS-CoV-2, que se transmite por gotitas y aerosoles. Tras esta realidad la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las CDC recomiendan el uso correcto de la mascarilla en el mundo. El objetivo del uso de las mascarillas en la población en general es reducir la emisión de gotitas y aerosoles cargadas de virus, lo cual toma mayor importancia en las personas enfermas asintomáticas o presintomáticas y también busca proteger al usuario de inhalar gotitas o aerosoles que pueden quedar suspendidas en el ambiente. “Estudios investigativos evidencian que el uso de la mascarilla es una medida de bioseguridad segura y efectiva en la protección contra la infección del coronavirus. Igualmente, no debe ser la única medida a aplicarse, pues está demostrado que su uso con la higiene frecuente del lavado de manos y el distanciamiento físico, incrementa la protección”, señala el departamento de Epidemiología. En Panamá, el MINSA reitera que se mantendrá el uso obligatorio de la mascarilla en todo el territorio nacional y exhortó a la población a seguir con las otras medidas de bioseguridad de lavado de manos y el distanciamiento físico.
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