La Caja de Seguro Social (CSS) está colapsando bajo la presión de un inusitado aumento de enfermedades respiratorias, dengue y otros padecimientos. Los cuartos de urgencia de todo el país se encuentran saturados, poniendo en riesgo la vida de quienes sí requieren atención médica inmediata.
Según las estadísticas de la CSS, en lo que va del año se han atendido más de 770 mil pacientes en urgencias, y se estima que para finales de año esta cifra podría superar el millón y medio. Este incremento desbordante se debe en gran medida a la afluencia de pacientes con síntomas leves o enfermedades que no requieren atención de emergencia.
La situación se agrava por el aumento de casos de dengue, influenza y un repunte del COVID-19. Sin embargo, los servicios de urgencia continúan recibiendo una gran cantidad de pacientes con dolencias que podrían ser atendidas en centros de salud o a través de telemedicina.
¿Qué es una urgencia? Es una condición que pone en peligro la vida de una persona de manera inmediata, como heridas por arma de fuego, accidentes graves o dolores torácicos intensos.
La CSS hace un llamado a la población para hacer un uso responsable de los servicios de urgencia. La saturación de estos servicios no solo retrasa la atención a pacientes críticos, sino que también genera una sobrecarga en el sistema de salud.
Es fundamental que la población esté informada sobre qué constituye una verdadera emergencia y busque atención médica adecuada en cada caso.
Esta crisis sanitaria exige una respuesta urgente por parte de las autoridades y la población en general. Se deben implementar medidas para descongestionar los servicios de urgencia, fortalecer la atención primaria y promover la educación de la población sobre el uso adecuado de los servicios de salud.
