En una llamada telefónica sostenida este miércoles, los presidentes de Panamá, José Raúl Mulino, y Estados Unidos, Joe Biden, confirmaron el inicio de los vuelos de repatriación de migrantes que hayan cruzado la selva del Darién. Este acuerdo, firmado el pasado 1 de julio, busca reducir el flujo migratorio irregular hacia Estados Unidos y brindar una respuesta más coordinada a la crisis humanitaria en la región.
Según el acuerdo, Estados Unidos financiará los vuelos de retorno hacia Colombia, país de origen de la mayoría de los migrantes que atraviesan el Darién. Panamá, por su parte, se encargará de la logística en territorio panameño y de garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes durante el proceso de repatriación.
La decisión de implementar este acuerdo se produce en un contexto de creciente flujo migratorio a través del Darién. Más de 216.000 personas han cruzado la selva en lo que va de año, la mayoría venezolanos. Panamá ha tomado medidas para controlar el flujo migratorio, como la construcción de barreras perimetrales y la creación de un corredor humanitario.
La implementación de este acuerdo representa un paso importante en la gestión de la crisis migratoria en la región. Sin embargo, queda por ver si será efectivo para reducir significativamente el flujo migratorio y si se respetarán los derechos humanos de los migrantes durante el proceso de repatriación.
