abril 19, 2024

Terremoto en Haití «Aún hay vidas bajo los escombros»: la angustia por el retraso en el rescate a una semana del sismo

Etienne está inmóvil, con la mirada vacía, perdida, como si estuviera de ida en un largo viaje.

No sabe dónde está, qué edad tiene, qué día es hoy: su reloj se detuvo a las 8:30 AM del sábado 14 de agosto, cuando la tierra sacudió Haití y su casa, con lo poco que tenía, se le vino encima.

«Una viga le cayó en la cara, le partió la nariz, y no puede mover una pierna», dice el hijo.

«Perdió mucha sangre, pero vivimos muy lejos. No podía hacer nada. No podía hacer nada», le repite en creole a un médico, que este viernes trataba sin éxito de canalizar una vena al anciano en el aeropuerto de Puerto Príncipe.

«Está muy deshidratado. Esto es una emergencia», grita el médico a unos socorristas en una ambulancia.

Desde el sábado pasado, cuando el terremoto de magnitud 7,destruyó su casa, Etienne y el hijo han dormido debajo de una lona. Allí pasaron la tormenta tropical Grace, a la espera de una ayuda que solo llegó seis días después.

Y fueron afortunados.

«Tenemos una situación muy crítica, porque hay muchos heridos, algunos en situaciones muy graves que todavía no han podido ver a un médico ni recibir algún tipo de atención sanitaria», dice a BBC Mundo Stacy House, una doctora de la ONG Project Medishare, que busca llevar atención médica a comunidades desfavorecidas de Haití.

«Están simplemente abandonados a su suerte. Hay lugares donde todavía no han llegado los equipos de rescate. Y otros donde, desafortunadamente, cuando llegan, ya es muy tarde. Y no porque murieron en el terremoto, sino porque quizás tenían algún tipo de lesiones con las que hubieran podido sobrevivir con una atención oportuna».

Según cifras del gobierno, más de 2.200 personas murieron y otras 12.000 resultaron heridas en el temblor, pero todos aquí dicen que esos números no dan cuenta aún de la tragedia real.

«Ha pasado casi una semana y como ves, cada poco nos llegan más y más personas heridas. Y acá solo están trayendo los casos más graves, con lesiones severas. Esto te da cuenta que la situación es mucho más complicada«, dice a BBC Mundo Joseph, un joven enfermero haitiano que sirve a la vez de traductor para los médicos internacionales.

«Escucha», dice, «ahí traen más».

La larga espera

Se oye a lo lejos el estruendo de las hélices y la nube de polvo: otro helicóptero está por aterrizar.

Viene desde Annette, un poblado perdido en las montañas del sur, a casi 2.000 m sobre el nivel del mar, a donde solo han podido llegar por aire los rescatistas de la Guardia Costera de EE.UU.

BBC Mundo llegó hasta Haití con ellos en un viaje para periodistas desde Miami

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