El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, ha pedido una investigación exhaustiva sobre las acusaciones de infiltración del narcotráfico en organismos estatales. Sus declaraciones se producen tras la captura y acusación de lavado de dinero de Abraham Rico Pineda, hijo de un diputado, y las revelaciones sobre posibles vínculos con una red criminal.
Ulloa expresó su preocupación por la falta de profundidad en las investigaciones anteriores, señalando que «nos quedamos solo en titulares». El religioso hizo un llamado a la conciencia colectiva, advirtiendo que el narcotráfico ha arraigado en diversas instituciones del país.
Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reconoció la gravedad del problema y aseguró que su gobierno no tolerará la corrupción ni la impunidad. Mulino afirmó que el caso de Rico Pineda es solo el primero de una serie de operaciones contra el narcotráfico y el lavado de dinero que involucran a funcionarios públicos.
Las revelaciones sobre las comunicaciones entre Abraham Rico Pineda y su padre, un diputado, han generado gran conmoción en el país y han puesto en evidencia la necesidad de una reforma profunda en las instituciones estatales.
