abril 30, 2024

Menos del 30 por ciento de los centros educativos cuentan con docente de educación especial

Estud En Panamá, la mitad de las escuelas han tenido estudiantes con discapacidad física, pero sólo 35% son accesibles para sillas de ruedas, según hallazgos del estudio “El Desafío de la Inclusión Escolar” del Centro de Investigación Educativa de Panamá (CIEDU), llevado a cabo mediante encuestas, entrevistas, y observaciones de aula, en escuelas de todas las regiones del país. Los resultados urgen a la comunidad a priorizar la atención de estudiantes con necesidades especiales, resaltando prioridades que permitan mejorar la práctica docente y de gestión en inclusión para atender apropiadamente las diversas necesidades de los estudiantes en el sistema educativo panameño.

“La pandemia mostró y agravó las brechas de inequidad dentro del sistema educativo, y debemos prestar atención a estudiantes particularmente vulnerables, por ejemplo, enfocando un esfuerzo especial a la mejora de la inclusión educativa y atención a las necesidades especiales, que estaban en crisis ya previo a la pandemia y serán clave para ayudarnos en la recuperación”, destacó Nadia De León, directora de CIEDU.

El estudio destaca que en Panamá 15% de los estudiantes tienen una necesidad especial (incluyendo discapacidad, necesidades educativas especiales, y talentos especiales), lo cual se encuentra dentro de los rangos esperados. Sin embargo, se encontró que entre las diferentes regiones del país, a mayor índice de pobreza, menor prevalencia reportada de discapacidad intelectual. Este hallazgo es lo opuesto a lo esperado, y preocupa porque puede sugerir un infradiagnóstico que impide la atención adecuada. Por la misma razón, resulta también preocupante que hay regiones en las que el porcentaje de estudiantes con condiciones sin definir sea alrededor del 5%.

Al menos un cuarto de las escuelas no reportan datos sobre los estudiantes con necesidades especiales ni al Ministerio de Educación (MEDUCA) ni al Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), las dos entidades encargadas. El estudio indica que hay una notoria falta de claridad en los roles de las dos instituciones en el sistema de inclusión; y es indispensable mejorar la comunicación, manejo de datos y terminología, ya que existen traslapes de gestión entre ellas y dentro del MEDUCA. En temas de diagnóstico y seguimiento, es particularmente importante también una mejor conexión entre las escuelas y el sistema de salud.

Tampoco existe suficiente recurso humano calificado para atender a los estudiantes con NEE, por lo que es importante promover la formación de profesionales indispensables para el país: psicólogos, docentes de educación especial, trabajadores sociales, fonoaudiólogos, psicopedagogos, especialistas en dificultades de aprendizaje, terapeutas ocupacionales, etc. Solo 8% de las escuelas reportaron tener gabinete psicopedagógico, y menos del 30% tienen docentes especiales. Hay 3 docentes especiales por cada 1,000 estudiantes en promedio en el país, sin embargo, estos se encuentran altamente concentrados en áreas urbanas.

Se pudo conocer que los docentes de aula a menudo están involucrados en la detección, diagnóstico, y seguimiento de los estudiantes con NEE a pesar de que no reciben apoyo suficiente y no se sienten seguros de su comprensión sobre muchas condiciones. De hecho, la mitad de los participantes en el estudio indicó no haber recibido nunca formación en inclusión educativa, y los que la han recibido indican que ha sido en su mayoría puramente teórica. En particular, según las encuestas, el conocimiento conceptual de los directores, docentes y docentes especiales sobre discapacidad intelectual y talentos especiales fue menos preciso de lo que creían. Por otro lado, cuando los docentes reciben capacitación sobre las NEE, legislación o adecuaciones, su conocimiento es mucho más preciso.

 

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