Comenzó el traslado de la comunidad indígena a tierra firme
Este lunes se dio inicio oficial al tan esperado traslado de una comunidad indígena desde una pequeña isla del Caribe panameño a tierra firme. Este histórico evento, que cuenta con el respaldo del gobierno, marca un nuevo capítulo para la comunidad que se ha visto obligada a abandonar su hogar ancestral debido al hacinamiento y la amenaza del aumento del nivel del mar provocada por la crisis climática.
La comunidad, que reside en la isla de Cartí Sugdupu, en la comarca Guna Yala, había estado luchando durante años por una reubicación segura. Tras años de espera y postergaciones, finalmente se ha concretado el traslado a un nuevo hogar en tierra firme, en la comunidad de Nuevo Cartí.
El nuevo asentamiento ha sido construido con el apoyo del gobierno panameño y cuenta con viviendas dignas, acceso a servicios básicos y oportunidades para el desarrollo de la comunidad. Los residentes de Cartí Sugdupu celebraron con entusiasmo este nuevo comienzo, expresando su esperanza por un futuro más próspero y seguro en tierra firme.
Este traslado representa un hito importante en la lucha contra el cambio climático y sus efectos devastadores en las comunidades más vulnerables. El caso de Cartí Sugdupu es un ejemplo palpable de cómo la crisis climática obliga a las personas a abandonar sus hogares y medios de vida tradicionales.
El gobierno panameño ha sido reconocido por su compromiso con la reubicación de la comunidad de Cartí Sugdupu, y se espera que este modelo sirva de ejemplo para otras comunidades que enfrentan desafíos similares en todo el mundo.
Para la comunidad indígena de Cartí Sugdupu, este traslado marca el inicio de un nuevo capítulo lleno de esperanza. En su nuevo hogar en tierra firme, tendrán la oportunidad de construir un futuro más resiliente y sostenible, preservando al mismo tiempo su cultura e identidad únicas.
La historia de Cartí Sugdupu es un recordatorio de la urgencia de actuar para combatir el cambio climático y proteger a las comunidades más vulnerables de sus impactos. La reubicación de esta comunidad es un paso positivo en la dirección correcta, y un ejemplo de cómo la colaboración entre el gobierno, las comunidades y las organizaciones internacionales puede generar soluciones duraderas para enfrentar los desafíos del cambio climático.
