mayo 5, 2024

Cortizo entregó 7 soluciones habitacionales en Chiriquí

Siete familias, en pobreza y algunas con integrantes con discapacidad, recibieron soluciones habitacionales, de manos del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, en zonas vulnerables de cinco distritos de la provincia de Chiriquí.

Durante la Gira de Trabajo Comunitario, el Gobierno Nacional otorgó beneficios habitacionales, distribuidos en seis casas del novedoso Programa de Gradualidad Residencial Social (Plan Progreso) y una mejora residencial, con una inversión total de 113 mil 750 balboas.

Cortizo Cohen, acompañado de la viceministra de Vivienda, Daniela Martínez López, entregó los certificados de las viviendas del Plan Progreso a Franklin Lezcano, ubicado en el corregimiento de Rincón, distrito de Gualaca; Edgardo González y José Luis Mendoza, en el corregimiento de La Concepción, distrito de Bugaba; Leydis Sanjur, en el corregimiento de Manaca, distrito de Barú; Johanna Rueda, en el corregimiento de Guarumal, distrito de Alanje; así como Eydin Villarreal y Héctor Samudio, en el corregimiento de Dos Ríos, distrito de Dolega. Este último beneficiario obtuvo una mejora.

Uno de los impactados, Franklin Lezcano, de 39 años, reside en Gualaca, junto a su esposa Yadimira Martínez, de 30 años, y sus dos hijos, Angelly, de 5 años y Yostin, de 2 años, quien presenta discapacidad. El infante fue diagnosticado con síndrome de lactante hipotónico.

Esta familia, que subiste con 400 balboas mensuales, producto del trabajo del adulto como ayudante de construcción, residía agregada en una casa levantada de bloques, techo de zinc y piso de concreto, propiedad del padre del beneficiario. El suministro de agua es rural y anteriormente estas cuatro personas vivían alquiladas.

El Miviot les pudo dar una solución completa e inmediata, debido a que poseían un lote propio y plano, con una medida de 450 metros cuadrados.

En Alanje, en la comunidad de Guarumal Abajo, también se impactó con el nuevo modelo constructivo habitacional a Johanna Rueda, una madre soltera de 38 años, quien tiene tres hijos, Brayan, Johan y Johanis, de 17, 9 y 6 años, respectivamente.

La situación económica de la familia uniparental es muy difícil por la falta de ingresos, solo cuentan con 160 balboas de una pensión alimenticia e incluso Johan, el del medio, presenta discapacidad. El niño fue diagnosticado con discapacidad intelectual y sufre de obesidad.

Según el expediente social, Rueda se encuentra desempleada producto de la pandemia, pues laboraba como empleada doméstica.

La residencia donde habitaban, que era prestada, no reunía las mejores condiciones: era pequeña, con piso de tierra y el servicio de hueco había colapsado, por lo que hacían sus necesidades en un tanque.

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