mayo 6, 2024

Cuidar su hígado mediante una alimentación puede salvar su vida

La Dra. Julissa Lombardo, coordinadora de Enfermedades Hepáticas de la Caja de Seguro Social (CSS), advirtió sobre el aumento vertiginoso de la obesidad e hígado graso en el mundo, lo que puede desencadenar cirrosis hepática e incluso cáncer de hígado.

En Panamá, más de 200 personas al año son diagnosticadas con cáncer de hígado, y esta incidencia podría estar relacionada con factores de riesgo como las infecciones por el virus de la hepatitis B y C, el consumo excesivo de alcohol, el hígado graso no alcohólico o la exposición a productos hepatotóxicos (algunos fármacos).

La cirrosis hepática, una enfermedad grave

La Dra. Lombardo describe la cirrosis hepática como una enfermedad grave que llena el hígado de cicatrices, lo que reduce su tamaño y dificulta su funcionamiento. Esto puede poner en riesgo la vida del paciente y requerir tratamiento médico o quirúrgico.

Detección temprana para mejorar la supervivencia

En Ciudad de la Salud se llevan a cabo jornadas docentes bajo el lema «El rol del médico de atención primaria en el manejo de enfermedades hepáticas». Estas jornadas buscan fortalecer la detección de enfermedades hepáticas desde el primer nivel de atención, lo que puede mejorar la supervivencia del paciente y su calidad de vida.

El hígado no da síntomas

«El problema con el hígado es que no da síntomas», explica la Dra. Lombardo. «El paciente puede estar muy enfermo y desconocerlo». Por eso, es importante acudir al médico de manera preventiva, especialmente si se tienen factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión, la diabetes, la hepatitis B o C, o si se toman medicamentos fuertes.

80% de los pacientes con hígado graso

La Dra. Lombardo indica que el 80% de los pacientes que atiende ya tienen un ultrasonido que indica hígado graso o tienen factores de riesgo para tenerlo. La capacitación del personal busca un enfoque multidisciplinario para el tratamiento de las enfermedades hepáticas crónicas, que han aumentado considerablemente en el país en los últimos años.

Fibroscan: un estudio no invasivo

Un estudio con un equipo no invasivo llamado Fibroscan puede determinar la cantidad de grasa en el hígado y si hay enfermedad interna, algo que el ultrasonido normal y los análisis de laboratorio no pueden detectar.

Los pacientes con factores de riesgo o con un ultrasonido que haya detectado hígado graso son los que más se benefician de esta prueba no invasiva. El paciente se acuesta en una camilla y se le coloca una sonda en el lado del hígado. La sonda mide la elasticidad del hígado para determinar si está sano o si se está enfermando.

Prevención y detección temprana son claves

Cuidar su hígado mediante una alimentación balanceada y chequeos médicos regulares puede salvar su vida. Si tiene factores de riesgo para enfermedades hepáticas, consulte a su médico para obtener más información sobre la detección temprana y el tratamiento.

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