abril 27, 2024

El tigre se volvió vegetariano? se pregunta Conusi

L9a Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (CONUSI) ha sido invitada por el Ejecutivo a participar del supuesto diálogo Pacto Bicentenario “Cerrando Brechas”.

Hemos solicitado información por escrito de los temas a tratar, metodología, cómo se tomarán las decisiones, quiénes participarán, el tiempo programado, cómo serán las reuniones. Una vez se nos aclaren las interrogantes procederemos a las debidas consultas internas entre nuestras organizaciones y el resto del movimiento social y sindical y a través de nuestros mecanismos democráticos adoptaremos nuestra decisión que será oportunamente anunciada al pueblo.

Pero debemos decir que hoy hay muchas dudas e incertidumbres.

Hablar realmente de “cerrar brechas” en el sexto país más desigual del mundo es cambiar el modelo económico que nos condujo a esta situación. Es, mediante otras formas de redistribución de las riquezas, combatir y acabar con el hambre, la pobreza, la miseria, el desempleo en un contexto que sabemos están llegando a niveles nunca antes imaginados. En esta pandemia Panamá es más desigual que antes y esto se refleja en la precariedad laboral que afecta más a mujeres y jóvenes, la disminución de los ingresos de las familias, el deterioro de la salud y la educación públicas, entre otros factores.

¿Están dispuestos los 115 ultra millonarios del país, esa casta privilegiada, a ponerle fin a este modelo injusto que le ha favorecido enormemente? ¿Estarán dispuestos los gremios empresariales, gobernantes y políticos tradicionales dispuestos a sacrificarse, acabar con los negociados, la política tributaria regresiva donde los que menos ganan pagan más impuestos, eliminar las coimas, la corrupción generalizada, cuando en pandemia nos han revelado como nunca su verdadero rostro con declaraciones como “si quieres agua, búscala al río”, “hay que traer talento extranjero”, “de qué vale una población sana con una economía en bancarrota”, “hay que tener extremo cuidado en invertir en la educación pública”, “no hay salud, sin economía” y con acciones en medio de semejante crisis sanitaria que nos hablan de planillas brujas, recortes sociales, sobre costos, robo, impunidad, endeudamiento colosal sin que se conozcan las condiciones que pueden incluir nuevos impuestos como en Costa Rica, etc.

¿Si la moratoria les parecía una “idea diabólica”, que les parecerá un cambio del modelo económico? ¿El apocalipsis? ¿Se cambiará el modelo de manera virtual? ¿El tigre se volverá vegetariano?

Es evidente que un cambio de esta naturaleza debe tener al pueblo como protagonista para que decida democráticamente y de forma participativa. Es evidente que en las condiciones actuales eso difícilmente se pueda producir. ¿Será un pacto entre cúpulas? ¿Cómo en el pasado, otro de los tantos diálogos de “Yo con Yo”, para reforzar el modelo neoliberal?

Pero, además tenemos nuestros justificados recelos. El precedente inmediato de este diálogo es la mesa laboral económica, donde no se atendieron las demandas y propuestas de los trabajadores, y al final se aprovechó para imponer decretos y leyes a favor de los intereses del sector empresarial, los cuales siguen vigentes y han sido demandados por nuestra organización en la Corte Suprema de Justicia porque son violatorios de sagrados derechos de los trabajadores y del pueblo.

¿De qué diálogo podemos hablar cuando existen aún casi 200 mil trabajadores con contratos suspendidos que sobreviven apenas con un bono de 100 balboas mensuales los que los reciben, mientras los recursos obtenidos de bonos y deudas se utilizan para inyectar dinero a los bancos y favorecer a la gran empresa? Contratos suspendidos que, según la ministra de Trabajo, se pretenden extender recargando aún más la crisis en las espaldas de los trabajadores.

Cuando crece el número de desempleados e informales, se atenta contra el fuero de maternidad, se despide masivamente, se imponen mutuos acuerdos, se niega apoyo a pequeños productores, se reducen los salarios, se acentúan otras formas de explotación más agresivas como el tele trabajo y se avistan nuevos decretos y reformas al Código de Trabajo a favor de la patronal.

Cuando 300 mil estudiantes han quedado fuera del sistema educativo y crece dramáticamente el número de muertos y contagiados por la COVID-19.

Cuando más de 100 mil panameños humildes han sido detenidos en toque de queda y se les ha impuesto multas onerosas, así como a candidatos populares pobres de las pasadas elecciones que el Tribunal Electoral sanciona sin sentido con multas de 3 mil balboas. Una amnistía sería lo justo para ellos.

¿Podemos hablar de diálogo y pacto social en esas condiciones?

CONUSI sí puede asegurar desde ya que no nos prestaremos a sembrar falsas ilusiones en los trabajadores y el pueblo ni para congelar las luchas sociales. Seremos consecuentes con el pueblo, especialmente con aquellos que más sufren, padecen hambre, traumas y grandes necesidades y la amenaza de despojo, por parte de banqueros y usureros, de bienes y propiedades que lograron con tanto esfuerzo. Seguimos insistiendo en bono de 500 balboas para trabajadores con contratos suspendidos, desempleados, trabajadores por cuenta propia, desempleados, jubilados con ingresos exiguos, seguro de desempleo, renta básica para trabajadores sin ingreso, moratoria real, incluido los intereses, que se garanticen los servicios básicos durante la pandemia y un impuesto especial a las grandes fortunas. Suscribimos la campaña “Navidad sin Hambre” de FRENADESO.

Al margen del diálogo propuesto por el Gobierno, corresponde a las fuerzas patrióticas, populares y verdaderamente democráticas desarrollar sus propias iniciativas, conjugar esfuerzo en pos de objetivos comunes, que nos lleven a crear las condiciones y los niveles de movilización, organización, conciencia y lucha para convocar de forma soberana una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes, única posibilidad real de lograr las transformaciones urgentes que requiere nuestra sociedad.

Luchar por nuestra verdadera y definitiva independencia es la tarea del momento si realmente queremos honrar la proeza del bicentenario de la independencia de Panamá de España y los sueños del Libertador y nuestros auténticos próceres. De lo contrario, nos condenaremos a un siglo más de desigualdad, de dominio oligárquico, atraso y dependencia.

Panamá, 26 de noviembre de 2020.

CONUSI

CONFEDERACIÓN NACIONAL DE UNIDAD SINDICAL INDEPENDIENTE

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