mayo 2, 2024

Coronavirus: cómo afecta a América Latina la pugna entre países por conseguir respiradores, ventiladores y mascarillas

Tomado BBC

Si un gobierno de América Latina quiere enviar un avión a China a recoger los insumos que ha comprado para combatir la pandemia de covid-19: ¿qué ruta, con escalas incluidas, debe tomar la aeronave para que el cargamento llegue a su destino sin que otro Estado se lo embargue en el camino?

Puede parecer uno de esos escenarios imaginarios que se plantean en problemas matemáticos, pero es una pregunta real a la que se enfrenta un gobierno, en concreto, el de Perú.

La emergencia sanitaria que se expande por el mundo ha convertido a productos como las mascarillas, los respiradores y los ventiladores mecánicos en bienes escasos y muy codiciados, y cada vez son más las autoridades que reportan haber sido víctimas de prácticas legales, aunque no muy decorosas, que han dejado a sus ciudadanos sin los artículos que necesitaban para poder afrontar la pandemia.

En Francia, se habla de una «guerra de las mascarillas», después de que se diera a conocer la noticia de que tres gobiernos regionales habían perdido pedidos ante compradores estadounidenses que ofrecieron pagar más y en efectivo.

«Esta mañana, sobre la pista [de aeropuerto] en China, un pedido francés fue comprado por estadounidenses con efectivo, y el avión, que debía venir a Francia, partió directamente a Estados Unidos», denunciaba el miércoles de la semana pasada Renaud Muselier, presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, en Russia Today.

El sábado, surgía una denuncia similar en Alemania y esta vez, apuntaba explícitamente al gobierno de EE.UU. Las autoridades del país europeo acusaron en un principio a Washington de «confiscar» en Tailandia un cargamento de 200.000 mascarillas comprado para la policía de Berlín.

«Consideramos que esto es un acto de piratería moderna. No se trata así a socios transatlánticos», dijo el ministro del Interior alemán, Andreas Geisel. «Incluso en tiempos de crisis global, no debería haber métodos del salvaje oeste. Insto al gobierno federal de Estados Unidos a cumplir con las normas internacionales».

La Casa Blanca rechaza que su país esté confiscando material fuera de su territorio ni entorpeciendo este tipo de operaciones.

«Últimos en la cola»

Alemania finalmente rebajó el tono, pero sin quitar el mensaje: las mascarillas, por las que ya había pagado, siguieron sin llegar a Berlín. Si países ricos como Francia y Alemania están teniendo problemas para adquirir insumos, ¿qué pueden esperar los países latinoamericanos?

«No me lo puedo ni imaginar», responde Manel Peiró, experto en el sector sanitario y profesor de la escuela de negocios española Esade.

«Aquí

[en Europa]

, al fin y al cabo, no es un problema de que no haya dinero para comprar los productos si no que ha habido una demanda brutal y la capacidad de ofrecer los productos era limitada. Pero muchos de estos países tienen el mismo problema que los europeos, con el añadido de que no tienen dinero para pagar lo que les están pidiendo», explica.

La pandemia ha hecho tambalearse aspectos de nuestra economía actual como la globalización y el libre mercado: grandes países productores de equipos de protección individual (EPI) como mascarillas y batas han prohibido las exportaciones en un intento de abastecer a sus propios hospitales. Entre estos, están India, Turquía y el propio Estados Unidos.

España, por ejemplo, uno de los territorios más golpeados por el nuevo coronavirus, ha sufrido en las últimas semanas intentos de países como Turquía e incluso de socios europeos como la propia Francia de retenerle pedidos de EPI que estaban en rumbo al país.

De ahí el dilema del gobierno peruano respecto a mandar un avión a China a recoger sus compras: «España nos ha asegurado que no hay problema en que aterricemos en su aeropuerto y sigamos. Pero en el camino hay otros puntos, ¿y si me detengo en Turquía, qué va a pasar? Las reglas están cambiando muy rápidamente», le dice a BBC Mundo el ministro de Salud, Víctor Zamora.

Además, otras reglas de la economía de mercado, como la de vender al mejor postor o dar preferencia al cliente que más compra, siguen más que vigentes.

«Por la tecnología y por la cantidad que compramos, estamos últimos en la cola«, asegura Zamora. «Porque nosotros compramos 100 ventiladores y otros países están comprando 100.000. Por volumen, no entramos con fuerza al mercado global. Somos un país pequeño».

Hasta el gigante de América Latina, Brasil, está teniendo problemas. La semana pasada, su gobierno «perdió» un pedido de productos médicos que había encargado a China. El vendedor, según informó el periódico brasileño O Globo, prefirió priorizar a EE.UU. por encima de Brasil, Francia y Canadá después de que los estadounidenses hicieran una adquisición mucho más grande.

La «agresiva» demanda de EE.UU.

La pandemia ha disparado la demanda: el 85% de hospitales a nivel mundial están teniendo problemas de abastecimiento, según le dijo a BBC Mundo la compañía de estudios de mercado Meticoulous Research, con sede en India.

«En definitiva, la demanda estadounidense es la más agresiva, si no, la más grande», afirma un representante de Meticoulous Research en un correo electrónico.

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