abril 27, 2024

Diabetes, la nueva epidemia mundial

Este mes marcamos una fecha especial para hacer un alto y reflexionar sobre una enfermedad que ya ha sido catalogada como epidemia en muchos países y que es la quinta causa de fallecimientos en Panamá. Hablamos de la diabetes.

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por el aumento de glucosa (azúcar) en la sangre. Está asociada a la resistencia a la acción de la insulina (hormona que es liberada por el páncreas como reacción a la presencia de azúcar en la sangre) y al aumento de la producción hepática de azúcar.

Los reales efectos de la diabetes se manifiestan a través de problemas y complicaciones en diversos órganos y sistemas del cuerpo como los ojos, riñones, nervios, corazón, cerebro y el sistema cardiovascular y nervioso. Esta enfermedad también aumenta el riesgo en las personas de padecer otras condiciones como hígado graso, hipertensión y aumento de colesterol y triglicéridos, además del conocido pie diabético.

Hablamos de dos tipos principales de diabetes. Diabetes Tipo 1, relacionada a temas genéticos y algún factor desencadenante que conlleva la alteración del metabolismo de los carbohidratos como una enfermedad autoinmune o un proceso de infección viral. Predomina en niños y adolescentes jóvenes y es una condición que les acompañará toda la vida.

En el caso de Diabetes Tipo 2, la encontramos en adultos y adolescentes mayores y la principal causa es la obesidad, la alta ingesta de azúcares simples (sodas, jugos, dulces, helados, chocolates, exceso de carbohidratos) y el sedentarismo, sobre todo si se notan antecedentes familiares de diabetes, mujeres con historia de diabetes gestacional, mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos, pacientes que usan ciertos medicamentos antipsicóticos.

La diabetes puede presentar alguno de los siguientes síntomas, a los que debemos estar vigilantes antes que sea muy tarde, ya que es una enfermedad crónica que va afectando nuestro cuerpo de manera sistémica: orinar con mucha frecuencia, sed exagerada, sentir hambre a pesar de haber comido, fatiga crónica, vista borrosa, cortes o moretones que tardan en sanar, pérdida de peso sin razón aparente (tipo 1), hormigueo, dolor o entumecimiento en manos y pies (tipo 2).

La doctora, especialista en endocrinología Guadalupe Pérez, explicó que a la diabetes le antecede la prediabetes, que es un signo de disfunción en la regulación del azúcar en la sangre por el páncreas, que lleva a resultados de glucosa alterada de ayuno (glucosa entre 100 a 125mg/dl, lo normal es menos de 100); y ya entonces hablamos de diabetes es cuando ésta es mayor o igual a 126mg/dl).

“Otro examen muy valioso es el de “hemoglobina glicosilada”. Este examen muestra cómo está en promedio el nivel de azúcar en los últimos tres meses. Si los resultados arrojan valores entre 5.7 a 6.4% es indicativo de prediabetes (lo normal es menor de 5.7% y diabetes es mayor o igual a 6.5%). También se puede medir con la prueba de tolerancia oral a la glucosa, en la cual el paciente bebe un líquido azucarado y se mide la glucosa a las dos horas para saber cómo el paciente ha procesado y eliminado el azúcar del sistema. Si el resultado es de 140 a 199 mg/dl es prediabetes (lo normal sería menor de 140 y si sale mayor o igual a 200 es diabetes)”, dijo la doctora Pérez.

Un tema crucial que no podemos dejar de mencionar es que la Diabetes Tipo 2 se puede prevenir y hasta revertir cuando el único factor asociado al desarrollo de la misma ha sido solo obesidad y el paciente baja un muy buen porcentaje de peso, como se ve en los post operados de cirugía bariátrica; o que por dieta sana y ejercicio más medicamentos para perder peso bajan a peso normal, allí si se puede revertir, sobre todo si tienes menos de 10 años del diagnóstico de diabetes.

¿Qué podemos hacer?

• Hacer ejercicio mínimo tres veces a la semana. Puede ser ejercicios cardiovasculares, la idea es que el paciente no esté sedentario.

• Llevar una alimentación saludable. Eliminando azúcares (dulces, sodas, exceso de jugos, carbohidratos refinados).

• Reducir el consumo de carbohidratos en general y grasas saturadas.

Existen una serie de tratamientos diferentes para el manejo de la diabetes, de acuerdo con el caso:

1. Sigue siendo pilar importante comer saludablemente y sobre todo bajo la guía de una nutricionista y hacer actividad física por lo menos 3 horas a la semana.

2. Tratamiento farmacológico oral: medicamentos que protegen el corazón y el riñón a la vez que controlan la glucosa, son los más modernos.

3. Terapia inyectable: insulina de acción prolongada y acción corta y también agonistas de GLP-1 (terapia inyectable que no es insulina, algunos nombres son Dulaglutide, semaglutide y liraglutide)

4. Monitoreo continuo de glucosa con dispositivos subcutáneo cada siete días o cada 14 días y así evitan punciones en el dedo y dan una idea en tiempo real de cómo está la glucosa en sangre.

5. Microinfusoras de insulina (bombas de insulina) que ayudan a mejorar el control de la glucosa y evitar riesgo de hipoglucemia.

Los tratamientos han avanzado y proveen una buena calidad de vida al paciente y detener o retrasar daños sistémicos producidos por la enfermedad, sin embargo, el mejor tratamiento consiste en llevar una alimentación saludable y la actividad física.

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