Orientadores del Ministerio de Educación trabajan en disminuir las conductas disruptivas
En el Ministerio de Educación (Meduca), desde los centros escolares, a través de 700 orientadores, se fomenta el desarrollo en lo personal y social de los alumnos y no solo trabajan los contenidos de las diferentes materias, sino también ayudan al correcto desenvolvimiento de los estudiantes.
Los orientadores desarrollan programas basados en la prevención, la salud sexual y reproductiva, adaptación escolar, orientación profesional educativa y el uso indebido de drogas. La iniciativa está basada en mantener una comunicación y relación constante con los padres de familia.
La directora Nacional de Orientación Educativa y Profesional del Meduca, Miriam de Mathews, dijo que los programas se desarrollan en el aula de clases personal y grupalmente y se mantiene un enlace directo con otras instituciones que también trabajan en la parte preventiva entre los estudiantes.
Entre las herramientas de orientación de apoyo a los alumnos para conseguir un correcto desarrollo personal y educativo, en la toma de decisiones positivas, el Meduca –en el fortalecimiento de los valores– desarrolla ‘Yo puedo brillar’, orientado a seleccionar las estrellas de los valores entre los estudiantes que durante el año han demostrado responsabilidad, compañerismo y honradez, explicó Mathews.
La Dirección de Orientación está empeñada en brindar acompañamiento a los jóvenes en cuanto a los valores, autoestima, autodeterminación, autodirección y que el estudiante sepa qué hacer y tomar la decisión correcta, en el momento adecuado y que demuestre capacidad para enfrentar la presión de grupo.
El trabajo que se realiza entre el docente, padres de familia, alumnos y el orientador, permite obtener información de las familias y viceversa, los alumnos también aumentan el conocimiento de sí mismos. Además, se consigue identificar las dificultades, ayuda a las familias a saber cómo trabajar desde casa con sus hijos para colaborar en su educación y desarrollo.
Orienta a elegir al estudiante su futuro educativo y profesional y ayuda a desarrollar sus habilidades, necesarias para resolver los conflictos que puedan surgir y conseguir un ambiente adecuado en el aula y en el hogar.
